
Cuando me quedé embarazada todo era nuevo para mí, desconocía muchísimas cosas, sólo sabía lo que la mayoría de la gente comenta, que tendría náuseas, pudieran ser vómitos, los antojos, los cambios de humor, el rechazo a algunos olores... y sobre el proceso de gestación muy poca cosa la verdad, más que el feto crece unos 9 meses y luego das a luz con dolores entre contracciones. Sin embargo, me topé con muchas curiosidades que ocurren cuando estás en estado de nueva esperanza y pensé ¿por qué nadie habla de esto?! Hoy voy a contaros algunas de las circunstancias con las que me encontré.
Curiosidades que aparecen durante el embarazo
No todas las mujeres tienen los mismos síntomas durante el estado de buena esperanza, en mi caso no hubo vómitos, ni antojos más allá de lo normal (de cuando no estaba embarazada quiero decir), tampoco engordé prácticamente, llegué al final del embarazo con menos de 3 kilos de peso cogidos, lo que pesaba mi hija, claro que la dieta por diabetes gestacional tuvo la culpa, y casi que le estoy agradecida porque me he recuperado en tiempo record. Sí que tuve naúseas durante el primer trimestre, ardor, mucho sueño, agudeza olfativa de superheroína... lo típico, pero nada que no fuera más incómodo que insoportable.
Os voy a enumerar pequeñas curiosidades con las que me encontré durante el embarazo:
1) En los análisis de sangre de una embarazada el nivel de colesterol sube por encima de lo normal y esto, valga la redundancia, se considera normalísimo!
2)Es normal que el pie crezca, puede crecer entre media talla a una entera, así que no os extrañéis si necesitáis un número más en vuestro calzado porque puede darse dado el peso que ha soportado el cuerpo, ya que los ligamentos se relajan.
3) Yo tuve desde el principio del embarazo la dichosa rinitis gestacional, estuve unida a los pañuelos de papel hasta el día que di a luz, un incordio en forma de congestión nasal moderada constante.
4) De repente te vuelves olvidadiza, no te acuerdas de nada prácticamente, no sabes dónde dejas las cosas, olvidas llamar o escribir, olvidas y olvidas... No se sabe muy bien por qué ocurre esto, pero es algo bastante generalizado entre las mujeres embarazadas.
5) El volumen de sangre se dobla, por lo tanto son frecuentes los sangrados de encías que se inflaman y también los nasales.
6) Se produce más saliva, esto no me tocó sufrirlo pero me han contado que es muy desagradable, por lo visto se llena la boca de saliva constantemente y ese exceso resulta bastante incómodo.
7) El cabello crece de manera irrefrenable, y de esto doy fe porque, aunque a mí me crece rapidísimo el pelo, al terminar mi embarazo mi melena era digna de tirar con trenzas por el balcón, además se deja de caer!
8) Te olvidas de depilarte durante mucho tiempo, yo prácticamente no tenía vello en las piernas y no me depilaba casi nada, una maravilla! Ojo, que todo vuelve a la normalidad después del parto desgraciadamente.
9) Diabetes gestacional. A muchas de vosotras tal vez no os parecerá una curiosidad pero para mí era algo totalmente nuevo cuando me la diagnosticaron. Por lo visto el páncreas tiene que producir 3 veces más insulina que en condiciones normales cuando estás embarazada, pues bien, mi páncreas no estaba por la labor y lo que pasaba era que se producían picos de insulina que eran peligrosos para el feto. En mi caso lo controlé totalmente mediante la dieta con el seguimiento de mi endocrino, pero en algunos casos es necesario inyectar insulina.
10) Contracciones de Braxton Hicks. De esto no tenía ni idea tampoco, son contracciones que se producen generalmente durante el último trimestre del embarazo y que simplemente son "ensayos" que hace el cuerpo para prepararse para el momento del parto. No son dolorosas pero en ocasiones pueden resultar bastante incómodas y molestas, sobre todo al final del embarazo. Y yo que creía que sólo se tenían contracciones poco antes de dar a luz!
11) El cuerpo va cambiando, segrega la hormona relaxina a causa de la cual se relajan los ligamentos, esto, junto con el peso de la barriga al final del embarazo presionan la pelvis y en muchas ocasiones provocan calambres y tirones de ingle que son muy peligrosos a esas alturas de embarazo ya que pueden provocar caídas y pérdidas de equilibrio. Yo no tuve calambres, pero sí que sufrí el último mes los famosos tirones de ingle en la ingle derecha y son muy molestos y, como en las demás ocasiones, nadie me había avisado...
¿Conocíais estas curiosidades?
¿Alguna más que hayáis sufrido u os hayan contado?